viernes, 23 de marzo de 2012

Un titiritero habla de otro...

 Quien mejor para escribir de un titiritero que otro...
 Este es el caso que propongo.
Rubén Darío Salazar, titiritero nato, actor, dramaturgo, escritor y director teatral, comparte estas notas sobre unos de los artistas que participará en el X Taller Internacional de Teatro de Títeres.
Bruno Leone nos visitará en abril


Agradable sorpresa en el 10mo Taller Internacional de Títeres de Matanzas
Rubén Darío Salazar

Entre los artistas internacionales presentes del 14 al 22 de abril en la
Ciudad de los puentes estará Bruno Leone

I

Bruno Leone, el titiritero que viene de Italia

Nacido en Montemurro, en Lucania, Bruno Leone, prestigioso titiritero italiano,


 hijo de María y Giuseppe Leone, muy ligados al mundo de las artes
plásticas, fue de joven un amante de la artesanía y el arte pobre, en
contradicción con la alta cultura que se respiraba en su hogar. Por tanto
tenía todas las condiciones para encontrarse en el camino al intrépido
muñeco Pulcinella, a su esposa Teresina y a maestros -como Nunzio Zampella-
que resguardaban la tradición titiritera napolitana. Bruno aprendió a usar
la pivetta, instrumento que colocado tras la lengua produce la extraña y
mágica voz de Pulcinella. El artista se distingue por el uso de este
artefacto, herramienta titiritera con la que logra esa voz graciosa, mitad
animal-mitad humana, como salida de una fábula o un cuento de magia. Dicen
que el nombre Pulcinella viene de Pullus, y la gallina es el ave más popular
en una granja campestre, sobre ella hay tantas historias y narraciones como
del títere napolitano, ágil, escandaloso, irreverente, con su camisón blanco
y la máscara negra, siempre hambriento, con mucha sed. Se pierde en la
antigüedad su biografía disparatada y singular. Poetas y escritores
italianos de antes y de ahora han hallado prolífica inspiración en el títere
más popular de ese país, un muñeco que ya no pertenece solo a Nápoles, sino
a cada pueblito, villa o ciudad de esa región europea.

II

Pulcinella, la continuidad de una Escuela

Desde 1979 y heredada del maestro Zampella, Leone es defensor de una
tradición que no ha dejado morir ni envejecer. Desde que tenía 28 años supo
que ser arquitecto no era su destino, sino ser titiritero. Ese oficio se
convirtió en una obsesión hasta hoy. Otros artistas enamorados de Pulcinella
como Salvatore Gatto, María Imperatrice, Lía Colucci, Anna María Di Stefano,
entre otros, acompañan a Bruno en ese necesario rescate del querido héroe
popular. Todos han añadido elementos actuales a sus funciones, pero
conservando la esencia callejera y paródica del personaje, sin limitarse a
trabajar solo al aire libre, sino también en teatros y salones escénicos. El
Pulcinella italiano actual se mete en todo, crítica la sociedad, la guerra
mundial, los vicios y corrupciones de hombres y mujeres.

III

Bruno Leone y Pulcinella al mundo, a Cuba

En los viajes de Bruno Leone por el mundo, ha tomado contacto lo mismo con
la tradición del Petrushka ruso, que con el guiñol francés. Su principal
objetivo se concentró en crear una escuela de titiriteros de Pulcinella. Una
escuela apegada a la técnica, pero abierta a las influencias más ricas de la
contemporaneidad, renovando una práctica de más de 300 años.

Esperamos que en su visita por primera vez a la Isla, Pulcinella se
encuentre con su hermano criollo Pelusín del monte y que ambos intercambien
vivencias y secretos. El 10mo Taller Internacional de Títeres apuesta por
diálogos culturales como este que está  a punto de suceder. Cuando rompa la
fiesta en un evento con más de una década de experiencia, será develado el
misterio añejo del muñeco Pulcinella para los cubanos, pues Leone y su
retablo tendrán también funciones en La Habana, por ahora el Taller yumurino
ya ha comenzado a entrar en ebullición, o como dice la frase popular: está
calentando sus motores.

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