martes, 15 de mayo de 2012

Pensar la prensa


  
Cuestionada, criticada, vilipendiada anda la prensa cubana desde hace algún tiempo, tanto dentro como fuera del país.  Hecho que clasifica como persistencia de una campaña para desacreditar y desestabilizar el sistema social de Cuba, y que personas malintencionadas o ingenuas multiplican.
  Es negocio para los dueños de las grandes cadenas mediáticas tratar el tema en sus diversas modalidades de difusión, entiéndase televisoras, radioemisoras, periódicos o plataformas digitales en la Internet. El tema Cuba atrae.


  Los teóricos del periodismo contemporáneo siguen ubicando a la prensa en su justo sitio cuando la definen como una de las principales herramientas movilizadoras del gran público, en su rol intrínseco de educar, trasmitir ideas, reflejar realidades y criticar.
  José Martí, gran periodista, también calificó a la prensa, no como ira insultante...

  La dirección del país en reiteradas oportunidades ha dejado clara la política informativa de la Revolución, existen documentos rectores que obligan a las fuentes a brindar información precisa a los medios de comunicación.
  En el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba se habló de desterrar el secretismo y de que la prensa juegue el papel que le corresponde en aras de informar con veracidad, creatividad, inmediatez, valiéndose para ello del cotejo de fuentes, la investigación y seriedad que eso implica. Pero...
  En pleno siglo XXI Cuba emprende caminos hacia una economía reordenada, un fortalecimiento en los sectores más importantes. Estrategias encaminadas a satisfacer las necesidades del pueblo, y la prensa convocada a acompañar estos procesos, continúa reprendida y mal mirada desde afuera y desde adentro.
  Nos corresponde ponernos de pie y dejar atrás definitivamente la subjetividad a la hora de enfocar una cuestión, hacer análisis de los fenómenos reales y reflejarlos con profesionalidad, utilizar las herramientas con que contamos para la investigación, y ofrecer un producto comunicativo a la altura de los tiempos.
  Pero...resulta imprescindible que los funcionarios públicos dejaran de creerse dueños de la información pública, que ciertos dirigentes nombrados en sus cargos y que no son eternos abrieran puertas y dejaran de esconderse detrás del secretismo.
  Que se cumpla lo legislado en la Constitución de la República de Cuba contra quiénes niegan la información a la prensa y que cada cual responda por su encargo específico de aportar datos, documentos y declaraciones pertinentes para que los medios de comunicación masiva, cumplan su objeto.
  Nuestra función social lo es también alertar. En mi opinión resulta fácil “echar la culpa a la prensa” y seguirla convocando para reuniones, plenarias y encuentros que no aportan, en vez de abrir puertas para que fluyan  intercambios y argumentos que reflejen la realidad de los cubanos de hoy.
  Cuba cuenta con un pueblo de alto nivel cultural que exige por derecho propio, pensar la prensa.  

5 comentarios:

  1. Hola Barbará.
    Hace mucho no dejaba mi opinión por aquí, eso no significa que no la lea, lo sigo haciendo, esté o no esté de acuerdo con sus opiniones. Hoy toca usted un tema delicado, promovido por una entrevista al periodista Fernando Ravsberg publicada en el blog Segunda Cita. Esta entrada refleja en si uno de los grandes obstáculos que enfrenta el futuro de la prensa en Cuba. En su enfoque menciona usted una “campaña desacreditar y desestabilizar el sistema social de Cuba”, eso me suena a la misma cansona letanía que por años ha utilizado el gobierno para entretener al pueblo.
    Más de medio siglo, esperando la “invasión”, echándole la culpa de todo al bloqueo, es demasiado. Obligándonos a mirar al norte, no se nos permitía mirar lo malo que ocurría en nuestro entorno, mucho menos criticarlo. Generaciones enteras se han sacrificado o han sido sacrificadas, se les ha inoculado el veneno del odio hacia Estados Unidos, familias se han distanciado, hubo un momento en que se prohibía incluso la comunicación o contacto con familiares en el exterior, eso es salvajismo. Cuba como nación ha pasado, aun pasa, por una larga y negra etapa. Todo esto en nombre de un socialismo que no fue más que el encumbramiento de un máximo líder a dimensiones jamás vistas, y un costo social que pagaran generaciones.
    La prensa cubana, (se lo dije antes) ha sido un total instrumento del estado y de Fidel, si este decía, salten, la prensa preguntaba: ¿De qué alto, comandante? Su papel ha sido bochornoso. Pero pregunto yo: ¿Tenían otra alternativa? Pues no, no la tenían. Las consecuencias a pagar por un desacato en Cuba usted las conoce, y seamos sinceros, usted le teme mucho más que yo. Cuando usted en este espacio menciono otra “campaña” la que se desato cuando la muerte en prisión de Wilman, yo le sugerí que investigara, que entrevistara a la viuda y así se sabría quien estaba mintiendo, ¿recuerda? su actitud, su reacción, fue la reacción normal, no de una periodista, sino la de una militante, usted opto por matar al mensajero.
    Hoy en el umbral de la muerte, el máximo líder sigue con la vista puesta en el horizonte, tratando temas ajenos a nuestra realidad como si Cuba le quedara pequeña, insignificante. Cuando lo visita algún líder o personalidad extranjera la prensa cubana se hace eco de lo que publican los medios del país del visitante, los periodistas del patio no tienen acceso a lo que pasa en dicho encuentro. Si el gobierno al que responden y defienden, no los respeta, no los tiene en cuenta, no pidan que los demás lo hagan. Quiero dejarla con una aclaración, lo aquí expresado es mi punto de vista, no aspiro a que usted lo comparta, respeto su opción, mi desagrado no es con usted, es con un sistema que nos ha convertido a todos en victimas, increíblemente las mayores victimas han sido aquellas que han simpatizado y aun simpatizan con él.
    Atentamente.
    Miguel Grillo Morales.

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    1. De verdad que hacía rato no aparecía usted por aquí...
      Qué raro que aparece ahora, cuando también en SC le están rebatiendo sus "teorías"
      De todas maneras le agradezco su respeto. También le recuerdo que soy periodista porque quise serlo, nadie me obligó ni a saltar ni me obliga ahora.
      El tema de Wilman? por favor!! usted sabe tan bien como yo que fue un show mediático, como tantos otros, no le falte el respeto a mi inteligencia, ni me haga creer que usted es tonto.
      Fidel es un hombre tan alto, que no le hace falta que lo defiendan,
      Un saludo desde Cuba
      Bárbara

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    2. Por que no me sorprende los grillos

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  2. Hola querida amiga! He cumplido mi sueño de estar en tu país, de tener un mano a mano con Silvio y un contacto profuso y diverso con cubanas y cubanos que construyen esa realidad cotidiana. He ido de gente en gente, a la par que iba de pueblo en pueblo, de historia en historia, de pasado en presente y en futuro. Olí silencios y sopesé palabras. No he sido objetivo, es cierto, al igual que en mis casi 30 años de periodismo. Creo que es imposible abordar cualquier realidad sin dejarse llevar por la visión del mundo que se tiene, por más herramientas profesionales que se utilicen. Abordé de esa manera, subjetiva y limitada, tu Cuba. Y me enamoré. Así, sin más ni más. La sabía bella, revolucionaria, sacrificada y sensible. Le sumé en el encuentro de 20 días caricias del clima, arrumacos ideológicos y placeres de paladar y conciencia. Es cierto: como todo enamorado, hay un deslumbramiento que puede cegar algunas correcciones necesarias. Pero, además de coincidir con tus palabras (y las de Carmen en SC) enarbolo la bandera de que "Cuba cuenta con un pueblo de alto nivel cultural que exige por derecho propio, pensar la prensa". Creo que es ese pueblo el que "anoticia" sobre toda la realidad, el que hace público todo lo que sucede, aunque tarde en llegar a ser publicado. La revolución es un cosa seria y también lo es lo que se debe exponer en los medios. El poder de lo que se dice o se oculta en cualquier medio (por pequeño o grande que sea) es la noticia que en tantos lados (y en especial en Cuba) nos hemos acostumbrado a descubrir entre líneas. Como trabajadores de esa prensa creo, amiga, que es nuestro compromiso pujar de abajo hacia arriba para correr velos y también tener abiertos los espacios para incluir las orientaciones generales que contienen al pueblo. Ese podría ser nuestro trabajo. Pero absolutamente subjetivo, en el sentido de ponernos del lado de preservar y perfeccionar lo construido, de sostener el debate y de "desmalezar" los virus ya conocidos.
    Bueno, como de costumbre me fui por las ramas. En realidad quería contarte algunas cosas sobre mi viaje por tu país, agradecerte por el dato del concierto de Silvio en Cienfuegos (estuvo brillante bajo una llovizna de dos horas) y asomarme como un cocodrilo patagónico en la definición de la serie!!.
    Un abrazo inmenso Bárbara. Sigamos en contacto.

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    1. Querido me emocionas con tus palabras, profundas!!! más porque llegas del Sur, ese que aprendimos a amar por Martí, Bolívar, San Martín y el Che Guevara.
      Qué pena que no nos encontraramos en Cuba. Yo no pude ir a Cienfuegos, a pesar de que queda relativamente cerca de mi ciudad. Las obligaciones me aplastan. De todas maneras quedo debiéndote una trovada y más temprano que tarde será.
      Silvio vendrá a Matanzas, mi ciudad. Si repasaste los post verás que ya escribí sobre ello. Estamos ansiosos por tenerlo aquí entre nosotros!!!
      Gracias por tu comentario, muestra sensibilidad e inteligencia, algo de lo que carecen muchos en estos tiempos. Calo que seguimos en contacto.Otro abrazo para tí desde Cuba

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