La “Escriba de Castro”

Esta foto es de hace tiempo, fue el día en que entrevisté a José Ramón Fernández, en su oficina del Consejo de Ministros de Cuba

  Cada cierto tiempo acudo a los buscadores de la red para comprobar la repercusión de los materiales que publico. Me dio mucha risa encontrar  en un sitio llamado Frente Común  donde me identifican como “Escriba de Castro”.

 Todavía no puedo contener la risa.

Esta es la foto que me identificada en el blog de blogia a donde ya no escribo

En el sitio,  me acusan y alude un artículo que escribí hace mucho tiempo relacionado con la bloguera mercenaria, también llamada “Pinocha” donde emitía, sencillamente, mi opinión. 

Claro mi opinión no cuenta, en este caso que raya en el fundamentalismo, solo cuenta todo el que escriba algo en contra de los “Castro”.

 Bajo el título “Identificada Bárbara Vasallo Vasallo como escriba de Castro” a continuación comparten dos fotos que aparecen públicas, en varios sitios de los medios de comunicación cubanos en Internet , así como mi dirección particular y teléfono. Datos que también son públicos, por supuesto, porque no me escondo de nadie.

Vivo en Cuba porque quiero, nadie me obliga  a escribir lo que no quiero, siempre digo lo que pienso. Admiro a Fidel Castro por su indiscutible liderazgo universal, nací bajo la égida de la Revolución Cubana,   y también  considero que nuestro sistema  social es perfectible. En eso andamos los cubanos, en evolución desde hace rato…

También aparezco como “represora”  en otra página web.

Menos mal que todos ellos, quienes venden su alma al diablo, y por ello reciben el dinero a borbotones, tienen un frente común y se autoproclaman “twiteros cubanos libres”

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) la palabra escriba procede del latín: scriba. En hebreo so.fér, procede de una raíz que significa contar y se traduce en secretario, escribano, copista, y la palabra griega gran.ma.téus se traduce escriba, instructor público; el término alude a una persona instruida…

Ojalá, entonces fuera yo la secretaria de Fidel o de Raúl Castro. ¡Cuánto honor me hacen!…